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martes, 14 de octubre de 2014

Criterios de corrección del examen del 1.º parcial de Castellano

Nombre: __________________________
Parcial 1.1                                                                                    1.º Bachillerato      Viaró, 10-octubre-14

Lea el siguiente texto y responda a las cuestiones que se plantean a continuación.
Una nueva lupa para mirar dentro de las palabras
La bicicleta que avanzaba por entre los baches del sendero se ha transformado en un Ferrari que se desliza por la autopista. Hubo un tiempo en que el Diccionario Histórico se elaboró artesanalmente, con fichas y lapiceros, a pedal. Pero ahora se abre una nueva era en la lexicografía del español, y el vicedirector de la Real Academia, José Antonio Pascual, pilota ya una máquina rápida y segura que ha reemprendido una carrera que venía de muy lejos.
Desde principios del siglo XX, más o menos. Entonces los esforzados académicos estudiaban en libros y papeles y fichas la evolución de las palabras; y elaboraban a mano las primeras entradas de una obra que, como les pasaba a aquellos osados que empezaron las catedrales, sabían que no iban a ver terminada. Y así les resultó difícil pasar de la letra a. Sí, alcanzaron incluso una pequeña parte de la b. Pero ahora la informática ha abierto un nuevo mundo para rastrear cada término a partir de un corpus bien elegido.
El Nuevo Diccionario Histórico del Español —cuyo avance se ha hecho coincidir en estos días con la celebración del tercer centenario de la Academia—- se define como una obra “relacional”, que descubre los vínculos entre las distintas formas y los diferentes significados. La novedad reside en el cambio de los medios, pero también en el método. Ya no se trata de avanzar con papel y bolígrafo, sino con potentes ordenadores; y no por orden alfabético, sino por familias léxicas; no se busca tanto la extensión como la profundidad. El resultado sólo estará disponible en la Red (www.rae.es, a partir del enlace “Fundación Rafael Lapesa”).
Construir un diccionario histórico requiere —también hoy— de una paciencia infinita, porque las palabras se anudan unas a otras y a veces la cuerda que las enlaza no se termina nunca. El cañón denominado “lombarda” (seguramente porque procedía de Italia) se transformará a partir del siglo XV en “bombarda”, y de ahí saldrán luego “bombardear”, “bombardero” o “bombardeo”, y hasta se llegará regresivamente a dotar a “bomba” de la acepción de “proyectil”, distinta de aquella que servía para garantizar el riego. De modo que un fino cordel anuda a la lombarda, al avión que bombardea, al que lanza las bombas y al que se apunta a un bombardeo; mientras que por otro lado se enlazan la bomba hidráulica y quien la maneja, que ya no es un bombardero sino un bombero. El fuego y el agua se intercalan en la historia de la palabra.
Pascual aspira a estudiar a medio plazo unos 50.000 lemas y los integrantes de su equipo sueñan con que algún día verán definidos unos 100.000 (el Diccionario contiene cerca de 90.000 vocablos del uso actual). En el corto plazo se han propuesto dejar listos 25.000 lemas, que formarían un tejido ya bien trabado para describir una parte importante de la historia del léxico del español.
Se trata de ligar esos lemas con los 350 millones de registros que contiene la base de datos de la Academia, y también con los diez millones de fichas, ya digitalizadas, que los académicos fueron escribiendo a lo largo de la historia. Cada uno de ellos recoge distintas grafías de un mismo término. Por ejemplo, aparecen 43 grafías distintas del lema “homicidio”: homizilio, omicidio, omizidio, omizidos, homyzidio, omiçidio… Y cada “registro” es una palabra en su contexto: en novelas, ensayos, documentos jurídicos, periódicos, testimonios orales, recetas, listas de suministros para el monasterio…, desde los orígenes del castellano hasta nuestros días; de España y de América.
El motor informático ayuda también a apreciar la palabra en su contexto y en su historia. Así, “abrigar” congenia más con “esperanzas” que con “sentimientos”; y de tal modo se puede observar también la progresiva transformación metafórica del verbo.
Un lexicógrafo redondeará así el estudio de unas 200 palabras al año. El equipo de Pascual, que lleva un año trabajando con ese nuevo sistema informático, proporcionado por la empresa AG, ha completado la documentación de unos 2.000 lemas, pero de momento sólo se muestran en la página de la Academia 365 (un guiño a los 12 meses de tarea con esta herramienta digital); todos ellos con una redacción muy cuidada, erudita y didáctica a la vez. Poco a poco irán incorporando más vocablos de los 2.000 que aguardan en la lista de espera. Se avanza más deprisa, pero la tarea sigue siendo interminable.                                                                                                
Álex Grijelmo, El País, 1/10/2014


1.         Comprensión lectora

1.1. Expón en cuatro o cinco líneas la tesis principal del texto. [1,5 puntos]

El Nuevo Diccionario Histórico del Español estará disponible en internet en breve. La novedad estriba en que el estudio de la evolución de las palabras ya no se realiza con fichas de papel y bolígrafo, sino con ordenadores; ni por orden alfabético, sino por familias léxicas.

José Antonio Pascual, vicedirector de la RAE, dirige un equipo de personas que están llevando a cabo la formación del Nuevo Diccionario Histórico del Español.

  
1.2.   Escribe el referente completo del elemento subrayado en cada una de los siguientes parágrafos: [1 punto]


a)        Pascual aspira a estudiar a medio plazo unos 50.000 lemas y los integrantes de su equipo sueñan con que algún día verán definidos unos 100.000 (el Diccionario contiene cerca de 90.000 vocablos del uso actual). En el corto plazo se han propuesto dejar listos 25.000 lemas, que formarían un tejido ya bien trabado para describir una parte importante de la historia del léxico del español. Pascual y los integrantes de su equipo

b)       Se trata de ligar esos lemas con los 350 millones de registros que contiene la base de datos de la Academia, y también con los diez millones de fichas, ya digitalizadas, que los académicos fueron escribiendo a lo largo de la historia. Cada uno de ellos recoge distintas grafías de un mismo término. Los 350 millones de registros.


1.3.   Localiza en el texto dos figuras retóricas. [1 punto]

Una comparación en el primer párrafo
Una metáfora: “Así, “abrigar” congenia más con “esperanzas” que con “sentimientos”;…”


1.4.   Define y pon un ejemplo:   [1 punto]

a) Oxímoron. 2 conceptos de significado opuesto en una definición


b) Lítote. Negar afirmando lo contrario

1.5. De los siguientes enunciados, señala aquel que NO puede aplicarse al texto de Álex Grijelmo. [1 punto]
  
La función del lenguaje que predomina en el texto es la representativa o referencial.
Como el autor cuenta sucesos ya ocurridos, abundan los verbos en pasado.
La idea fundamental del texto está bien enmarcada en su contexto histórico, social y cultural.
El registro utilizado es estándar.
   

2.         Expresión escrita

2.1. Escribe un texto, de cincuenta palabras, en el que argumentes, aportando datos concretos, que el siguiente enunciado es falso: «Las nuevas tecnologías no se pueden aplicar con éxito en la elaboración de diccionarios». [2 puntos]

  
2.2.  Sustituye las siguientes palabras subrayadas en el texto por un sinónimo contextual: [1,5 punto]

a) Esforzados: valiente, animoso, alentado

b) Reside: estriba, radica, está

c ) Aspira: pretende, busca, persigue

a)     Ligar: añadir, unir, juntar, adherir

b)    Redondeará: culminará, realizará

3.         Reflexión lingüística


3.1. Define: [1 punto]

a)      Doble articulación del signo lingüístico

Divisible en monemas (1ª articulación) y fonemas (2ª articulación)


b)      Símbolo

Signos inmotivados que carecen de relación directa con el referente








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